A medida que crece el número de lados de un polígono regular, se asemeja más a una circunferencia, y los polígonos regulares de mayor cantidad de lados que se pueden unir para revestir totalmente una superficie plana sin dejar ningún vano, son los hexágonos. Bajo este principio se propone una estructura tipo árbol, que por agregación permite cubrir grandes superficies de sombra en climas desérticos. Sobre el pilar de hormigón con forma de cono doble asimétrico facetado se apilan listones de madera, a modo de hexágonos crecientes, aumentando sucesivamente la superficie cubierta.