En un sector suburbano de Machalí se propone el loteo de un pequeño cerro con suaves pendientes que se estructura en base a una calle de circunvalación que da acceso a los lotes perimetrales, una calle interior en zig-zag que limita la velocidad vehicular, y pasajes que permiten lotear de manera eficiente el irregular perímetro. Las áreas verdes se emplazan en los giros cerrados de ambas calles y se conectan entre sí a través de pasajes peatonales que funcionan como atajos, generando un sistema de espacios públicos que fomenta la movilidad peatonal entre los residentes del nuevo barrio.