El conjunto de 18 casas se ubica en un terreno con pronunciada pendiente, rodeado por un parque privado que incorpora especies nativas e introducidas. Las viviendas se emplazan a partir de un trazado sinuoso que sigue la silueta del cerro y construye un paseo-mirador con excelentes vistas a Santiago. Las 2 tipologías se organizan en base a medios pisos para adaptarse a la pendiente, y los recintos se disponen en torno a un patio de luz que incorpora las circulaciones verticales e integra los distintos niveles.