La casa se proyecta aprovechando la pendiente del terreno, orientando sus vistas al norte y al estero El Arrayán. El piso de acceso se consolida como unidad independiente y suficiente para el habitar del mandante, y el nivel inferior agrupa los anexos para las instancias de convivencia. Para el desarrollo de los espacios y detalles se incorporan referentes brasileños sugeridos por el mandante, y sutilezas vernáculas de los refugios de montaña.